Las cadenas de la leche y del vino fueron las más afectadas de 2018, según un informe de Coninagro, entidad que nuclea al sector cooperativo agrario.
El trabajo «Semáforo» indicó que en noviembre 11 producciones regionales terminaron con resultados en rojo, 4 en amarillo, 4 en verde.
De las actividades comprometidas sobresalen la lechería, que acumula siete meses consecutivos en crisis, con caída de la rentabilidad en la mayoría de los eslabones, cierres de tambos y contracción de las inversiones; y la vitivinicultura, que suma diez meses seguidos de bajas, donde la sobreoferta y la baja del precio interno se suman a las dificultades de cosecha de la próxima campaña.
«Si se analizan todos los semáforos realizados durante el año, más de la mitad de las actividades de economías regionales han mostrado una situación de crisis. Todas las actividades sufren la falta de financiamiento, las altas tasas de interés y elevada presión fiscal», destacó la entidad.
Según determinó Iannizzotto, el presidente de Coninagro, «la crisis se debe a una situación de quebranto, desfinanciación, y de alta presión impositiva».
«Nosotros pregonamos por una mayor cantidad de siembra, una cantidad mayor de hectáreas plantadas y sembradas, y pregonamos también una mayor cantidad de productores», aseguró Carlos Iannizzotto.
Según el informe, los rindes en amarillo son yerba mate, hortalizas maní y bovinos. Este último, afectado por la suba alimentos para el caso de feedlots y falta de desarrollo tecnológico y el estancamiento del precio de venta .
Por el lado de las actividades que están en verde (algodón, granos, mandioca y miel), el informe destaca que son producciones que tienen buen buena perspectiva internacional.