Si bien había sido confirmada la noticia del procedimiento de interrupción legal del embarazo para la niña tucumana de once años violada y embarazada por la pareja de su abuela, se conoció que durante la noche del martes último, se le practicó una cesárea.
Nuevamente, y de la misma forma que hace unos meses ocurrió en Jujuy, el embarazo se interrumpió pero no se respetó el protocolo para estos casos de gestación por violación. La niña, junto con su madre, habían denunciado la situación y solicitado el aborto punible cuando la joven transitaba por la semana 16 de su embarazo.
Sin embargo, el Sistema Provincial de Salud de la Provincia de Tucumán (Siprosa), dilató el protocolo hasta ayer, cuando la niña cumplía las 25 semanas de embarazo.
El suceso consterna, ya que ayer el Siprosa había emitido un comunicado informando, ante el requerimiento de la Jueza de Familia de la 5ta Nominación, Valeria Brand, que pondría en marcha las acciones necesarias para garantizar la ILE.
Finalmente, y tras la presión de grupos pro-vida que se hicieron presentes luego de la emisión del comunicado, los médicos consideraron que, como la bebé llegaba a pesar más de 500 gramos, era viable realizar el procedimiento quirúrgico (cesárea). Tanto la beba como la niña de once años se encuentran fuera de peligro.
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