Al grito de gol corrieron todos a abrazarla, su altura no permitió que salten encima de ella. Y sucede que el gol que convirtió Lourdes Anchaval fue el gol del triunfo. Sus compañeros de equipo olvidan que entre tantos varones hay una nena, y Lourdes ese sábado demostró que la rompe a la hora de golear. Junto a Rubí y Keira, son las tres mujeres que participan en el equipo de la Escuelita de Fútbol del Club Atlético Santa Rosa.
Pero el sábado, Rubí y Keira no pudieron asistir al amistoso, y Lourdes fue entonces la única nena del equipo y la goleadora, en el amistoso de la 8ª fecha de las divisiones formativas. Ezequiel Molina, el entrenador del equipo de la Escuelita del Club Atlético, y también de las divisiones formativas de niños de entre 10 y 12 años (o las inferiores), contó que son 4 las niñas que hoy se entrenan en la Escuelita de Fútbol, y que al no poder participar en la Liga Regional de Fútbol San Francisco, lleva al equipo mixto de la Escuelita a jugar amistosos los sábados. Y es que oficialmente le Liga aún no acepta equipos mixtos.
Jordana Molina, de 11 años, juega en la preinfatil de 10 a 12 años. Ezequiel nos cuenta que este año tenía la idea de formar un equipo de fútbol femenino, pero que no pudo darse debido a que aun no juntan la suficiente cantidad de niñas. Para él, y para los chicos, no es raro ni diferente que una nena juegue con ellos.
«Yo los trato de manera igual a todos, tanto en una indicación o en una corrección técnica o táctica. O por ahí en un reto, yo los trato igual a todos. las nenas son un poco más tranquilas que los varoncitos; por ahí los varoncitos en esa edad vienen más exaltados, más que todo por cómo es el deporte. Vienen del colegio y los agarro justo en ese momento».
Ezequiel nos contó que la Liga Cordobesa de Fútbol ya tiene equipos femeninos, en los pueblos más chicos es más difícil formar uno, ya que hay menos cantidad de habitantes y algunos adultos aún son reacios a que una niña juegue fútbol. Pero para ellos es más que normal, es enriquecedor, y para los chicos directamente el sexo es una cuestión que pasa totalmente desapercibida.
