“Soy una mujer afrodescendiente cordobesa”

En el día de les afroargentines y la cultura afro, Griselda Manzoli, integrante de la Mesa Afro de Córdoba, cuenta su historia y reivindica su lucha.

  • 8 noviembre, 2022
  • Redacción

Griselda siempre supo que era afrodescendiente. Lo confirmó cuando una tía le contó que su bisabuela era negra. A partir de entonces, comenzó a indagar y preguntar.

Supo que su bisabuelo era italiano y que solía presentar a su esposa como la mucama, porque le daba vergüenza estar casado con una mujer negra. «Yo no podía entender cómo, a través de los años, nunca se habló de ella en mi familia. Ni siquiera mi papá tenía recuerdos de ella y era su propia abuela», relata.

«Fue muy duro para mí, pero conocer esa historia me empoderó desde mi identidad para luchar por el reconocimiento de la descendencia afro»

Griselda integra la Mesa Afro de Córdoba desde su creación, en el año 2013. Desde ese espacio, milita por la visibilización de su comunidad y por garantizar el acceso a la información sobre la esclavitud en la provincia. «Todos aprenden sobre los pueblos originarios y los inmigrantes europeos, pero hay una tercera raíz que no es reconocida, nadie habla de los esclavos negros», remarca, y señala que en el año 1800, la población de Córdoba estaba compuesta por un 44% de personas afrodescendientes.

«Reconocerse como afrodescendiente no es fácil. No hay mucha gente que tenga en su familia a alguien con ganas de hablar de esto. Entonces, tenemos que generar otras herramientas para que las personas puedan seguir reconociéndose. Si hay personas negras, es porque algo pasa que no se está contando», agrega Griselda, quien incentiva a la búsqueda de raíces a través de una plataforma gratuita llamada Familysearch.

El pasado 25 de julio, en el Día de la Mujer Afrodescendiente, Griselda reivindicó el feminismo negro y su lucha. «Ser mujer afro en Córdoba es difícil. No nos estamos sintiendo representadas por el feminismo blanco, porque nosotras tenemos que luchar por otras cosas que ellas quizás no», dice, y ejemplifica: «En una fábrica quizás se conforman con contratar personal negro hombre y personal femenino blanco. Nosotras quedamos en el medio».

En este sentido, Griselda celebra el encuentro con mujeres afrodescendientes de diferentes partes de América Latina y el Caribe en un evento organizado por la Mesa Afro que se llamó «Hacedoras de Memoria». «Creo que es un espacio en donde podemos sentir que realmente nos encontramos en la mirada de la otra. No importa donde hayamos nacido, tenemos todas algo en común. Nunca nadie vino y nos dijo ‘este espacio es suyo’, nosotros tuvimos que luchar mucho para tenerlo. Tuvimos que andar mucho», cuenta.

Y finaliza: «Es un triunfo para nosotras porque vamos avanzando y creo que no todas avanzamos de la misma forma, tenemos diferentes problemáticas y si nos podemos ayudar a vernos reflejadas en la problemática de la otra, creo que eso es lo importante».

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