
Unión de Igualdad y Respeto (UDIR), es una agrupación que reúne a mujeres de la localidad de Río Primero, su conformación fue impulsada por las más jóvenes en medio de la discusión que se generó con la aplicación Ley de Educación Sexual Integral en los colegios.
En esta oportunidad, desde el grupo nos plantearon su preocupación a raíz de una conferencia que se llevó a cabo en un salón de la Cooperativa con la presencia de Agustín Laje. El mismo que es reconocido por sus discursos marcados por una fuerte intolerancia a la diversidad de género, y con una posición que pasa por alto la vigencia de la Ley de Educación Sexual Integral 26.150, la Ley de Educación Nacional 26.206 y la Ley Integral de Protección Integral de los Derechos de niños, niñas y adolescentes 26.061.
En este marco, UDIR puso a circular un comunicado con la finalidad de llamar a la reflexión tanto a la sociedad en general, como también de la misma institución de economía solidaria. En este sentido acotaron:
«Como socias de la Cooperativa escribimos un comunicado para dar a conocer lo que alguna manera estaban promoviendo al facilitar este espacio, nos aferramos a un marco legar entre ellos la ESI.
Como actores sociales tenemos la co-rresponsabilidad de hacer que se cumpla la Ley.
En fragmentos del escrito apuntaron a que «el conferencista -Laje- promulga en contraposición con todo lo establecido formalmente» por el marco legal mencionado.
Esta acción tomada por el grupo abre el juego de acá en adelante, a pensar cómo se utiliza este espacio común para los socios. «Es muy difícil en el interior poder derrocar estructuras naturalizadas, y pasar por alto los derechos ganados en luchas sociales», resaltaron.
Las ganas de participar y de «hacer algo para cambiar la sociedad» impulsaron a estas jóvenes a unirse y a trabajar en conjunto, para «buscar la igualdad y la lucha por los derechos de las mujeres».
«Están los comentarios de que somos muy chicas y que no sabemos nada de la vida», dijo una de las más pequeñas al ilustrar cómo es vivir en un pueblo. «Es muy difícil proclamarse como feminista. No ser feminista es no tener empatía con el resto», reafirmaron.
Creemos que necesitamos la ESI que no es hablar de genitales, abarca temas importantes como el respeto. Si nosotras hacemos algo, podemos cambiar la sociedad, concluyeron.