Lo destacado:
El gran candidato para las presidenciales de Brasil era Lula Da Silva, que quedó inhabilitado por el Tribunal Electoral a causa de su condena.
Esto implica un cambio drástico en una elección que ya parecía definida.
El nuevo favorito en las encuestas era Jair Bolsonaro, un Trump a la brasilera: reivindica la dictadura, conocido por sus dichos xenófobos y sus ataques a minorías, machista, a favor de la armas.
Bolsonaro fue apuñalado durante un acto de campaña y quedó gravemente herido.
El atentado podría reforzarlo como candidato.
El sistema electoral Brasilero es similar al nuestro; si no se gana en primera vuelta con el 50% de los votos, se va a segunda vuelta con los dos candidatos más votados.
Bolsonaro si bien lidera las encuestas, pierde en segunda vuelta ante cualquiera.
En muchos países del mundo, cuando la clase política falla, fueron poniéndose en escena candidatos de afuera de la política.
«Criticamos nuestros partidos por los errores, pero en definitiva la democracia de partidos lo que te garantiza es cierta estabilidad y es un filtro previo en cuanto a candidatos»
Si en Brasil conserva el poder la derecha, es el golpe de gracia a la izquierda latinoamericana. En cambio si gana la izquierda, puede ser un pequeño resurgir para la izquierda.
Algunos consideran esta la elección más peleada de la historia de la democracia de Brasil.
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