Un día después de su arribo a México, el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, brindó una conferencia de prensa en la que contó el periplo que tuvo que atravesar para llegar al país azteca.
«Tenia avión hacia México, pero se suspendió porque ‘faltaban trámites’«, dijo Morales y agregó que esta secuencia se repitió numerosas veces.
«Me hicieron el famoso cuento del tío. Cuando estábamos a punto de despegar, me dicen que el permiso había terminado y ya no podía entrar a Lima», contó Morales.
«Estoy muy agradecido con el pueblo mexicano que me ha salvado la vida», volvió a decir el mandatario indígena.
Después de relatar los sucesos por los que pasó a lo largo de su viajes, Morales confesó que no entiende cómo «mis ex comandantes pueden tener tanta deslealtad», y agregó: «Mi gran delito es ser indígena».
Consideró también que los grupos que ostentan el poder económico, «no pueden aceptar que saqué de la pobreza a tantas familias humildes». Definió esa situación como su «segundo delito» y siguió enumerando las acciones que había tenido durante su mandato.
«Hemos cambiado la parte social y la parte económica», dijo. «Después de nacionalizar, hemos empezado a industrializar. Lo que antes importábamos, ahora lo exportamos».
Por su parte, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, declaró que él dio la instrucción de que se le brindara asilo al expresidente sudamericano, por lo que un avión de la Fuerza Aérea fue enviado hasta aquel país para trasladar a Morales hasta México.
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