Si durante el kirchnerismo se robaron plata, fueron de Vido y Baratta. Quienes manejan la Obra Pública, tienen mucha posibilidad de quedarse con algún vuelto.
Se empezaron a filtrar, por ahora a través de los cuadernos de Centeno pero ya antes habían aparecido casos algo más aislados.
El tema es bastante complejo, y es probable que salgan a desacreditar las pruebas, a decir que está todo armado, cuando el hecho comienza a ser cada vez más inneglable.
Los arrepentidos, en este caso Centeno, tiene poco que perder. Los empresarios pierden mucho más. Pero son los primeros que van a hablar.
Es la primera vez que se mencionan claramente los nombres de Néstor y Cristina en hechos de corrupción.
Difícilmente el Gobierno esté impulsando ésto. No necesitaba otro tema en la agenda, teniendo al aborto.
Aunque no se resuelva la economía, se la deja por un lado momentáneamente frente a estos hechos.
El Gobierno necesita la oposición de Cristina, no le conviene que vaya presa, al menos no por ahora.
Cuando saltan las coimas de Odebretch, y se la considera la empresa más corrupta del mundo, parece que en Córdoba realizó el trabajo limpio. Córdoba nunca sale salpicada.