«Lamento mucho este golpe cívico contra la democracia, contra la paz social», manifestó, pero advirtió que «la lucha no termina acá. Vamos a continuar con esta lucha por la igualdad y por la paz».
En horas de la tarde de este domingo quien era presidente de Bolivia, renunció y lo comunicó a través de un video
#EnVideo 📹| Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia,@evoespueblo: Estoy renunciando justamente para que mis hermanos y hermanas, dirigentes, autoridades del Movimiento Socialismo no sean hostigados, perseguidos y amenazados#EvoElMundoContigo pic.twitter.com/PRMjdYQQKB
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) November 10, 2019
«Tengo la obligación de buscar la paz», dijo el mandatario boliviano al anunciar que dejaba el gobierno para intentar frenar la escalada de violencia desatada por la derecha, donde remarcó que su renuncia era «para que Mesa y Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales».
La auditoria
En pleno escrutinio el mismo día de la votación, el pasado 20 de octubre, y con la oposición ya hablando de fraude, el gobierno le pidió a la OEA una auditoría para despejar cualquier duda.
La propia misión de observadores de la Secretaría de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) apuntó a la interrupción del conteo como una de las «sustanciales deficiencias» que minaban la «necesaria credibilidad y transparencia».
Y hay que recordar que el candidato opositor, Carlos Mesa, quien denunciaba «fraude descarado», rechazó en todo momento las condiciones en las que el organismo iba a revisar el escrutinio.
Mesa quedó en segundo en los comicios, y desde el primer momento aseguró que Morales no alcanzaba la diferencia necesaria para derrotarlo en primera vuelta.
La auditoría resultó devastadora para el gobierno. La OEA determinó que era estadísticamente improbable que Morales hubiese ganado por el margen de 10% que necesitaba para evitar una segunda ronda electoral.
La OEA aseguró también que encontró actas físicas con alteraciones y firmas falsificadas. En el informe de 13 páginas se señala que en muchos casos no se respetó la cadena de custodia de las actas y que hubo manipulación de datos.
Morales dijo a la prensa que su intensión era llamar nuevamente a elecciones. Pero unas horas después, y con la presión de las Fuerzas Armadas en su contra, decidió dimitir.