
Nueve allanamientos realizados en cercanías a las ciudades de San Francisco y Frontera, permitieron a Gendarmería Nacional decomisar tres toneladas de carne que estaba en avanzado grado de descomposición.
En el marco de una investigación llevada a cabo por Gendarmería, el ministerio de Agricultura de la provincia, Bromatología de San Francisco y el Senasa, se pudo determinar que el 90% de lo encontrado provenía de animales muertos, mientras que el otro 10% de animales que padecían enfermedades.

El fiscal de la ciudad de San Francisco, Luis María Viaut, informó al medio Cadena 3 que los implicados compraban animales muertos en los campos, luego los faenaban en una carnicería abandonada aledaña a Colonia San Pedro, y los ingresaban en el circuito comercial.
«Amén de las rotundas infracciones en todo a lo que reglamentación administrativa se refiere, se imputó a los autores de envenenamiento de alimentos y sustancias. En todo lo que respecta a cuestiones de faena, no cumplían con una sola reglamentación», expresó Viaut.
Además, precisó que los cadáveres eran rociados con sulfito de sodio para evitar el mal aspecto. Se trata de un químico cancerígeno, por lo que desde la fiscalía se encontraban muy preocupados al momento de recibir la denuncia ya que, según explica Viaut: «fueron alrededor de dos meses en los que también nos veíamos apremiados por la posibilidad que esto causara alguna muerte por intoxicación».
Cada uno de los animales faenados, se vendía por un valor de entre ochocientos y mil pesos. Sin embargo, aún no se pudo comprobar si desde las carnicerías estaban al tanto de estas maniobras o no.
«Los productores tenemos entendido que tenían una chanchería y decían que usaban estos animales muertos para sus chanchos», expresó el fiscal.
Si bien en los procedimientos se secuestraron vehículos, armas, celulares, freezers, dinero en efectivo y documentación relevante, aún no hay detenidos y no se conoce el tiempo que llevaban cometiendo esta imprudencia.
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