Luego de que el doctor Hugo Pizzi haya confirmado la existencia de bacterias fecales en las aguas de la laguna Mar Chiquita, el intendente de Miramar, Adrián Walker, intentó tranquilizar a la población asegurando que la contaminación es en el río Suquía y no en la laguna.
En declaraciones con la prensa, el mandatario municipal manifestó que este tipo de contaminación se encuentra en la desembocadura del Río Suquía, y que el principal problema es en el Bajo Grande, «producto de la falta de tratamiento de los líquidos cloacales que vienen de la ciudad de Córdoba».
El intendente exclamó reiteradas veces que no hay vestigios de contaminación en Mar Chiquita, ya que el agua salada actúa como bactericida:
«El río puede venir contaminado, pero cuando ingresa a la laguna, el agua salada actúa como bactericida, por lo que difícilmente quede algún tipo de bacteria que puede generar problemas para cualquier bañista del lugar».
Además, manifestó que «hay muestras puntuales que se tomaron en la Laguna, de los cuales estamos aguardando los resultados».
En sus dichos, Walker se mostró preocupado por las problemáticas ambientales que azotan a un «destino que pretende ser parque nacional» y sostuvo que la solución es «un correcto tratamiento de los líquidos por parte de los municipios correspondientes, en este caso de la ciudad de Córdoba».
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