
En el 2017, una mujer policía fue emboscada por una pandilla cuando se conducía en su motocicleta por El Tropezón. La mujer llevaba más de siete meses como policía y, terminada su jornada laboral en la ciudad de Villa Carlos Paz, emprendió la vuelta a casa en su moto. Nunca creyó que serían sus últimos momentos de vida.
Gabriela fue atacada en plena oscuridad, aquel jueves 2 de febrero de 2017. Le faltaban unas 20 cuadras para llegar a su casa, donde vivía con su madre e hija cuando vio una silueta en el pavimento. Al alertar que el sujeto llevaba un arma, lo esquivó y aceleró, pensando que todo había terminado allí.
Sin embargo, otra sombra se le apareció en el camino: era un joven que sostenía un parante de madera de los usados en las obras, que utilizó para pegarle a la policía en la cabeza para robarle la moto, el arma y la mochila. Melisa Gabriela Michael, de 31 años, falleció una hora después agonizando en una cama del Policlínico.
El Tropezón era en ese momento uno de los escenarios más peligrosos en el marco de robos por las calles de Córdoba y la mujer policía fue otra de sus víctimas. El salvaje asesinato, como era de esperar, causó gran conmoción y de inmediato se armó un amplio operativo en el que fueron detenidos los acusados y se recuperaron la moto y el arma.
Dos años más tarde del asesinato, la Justicia inició el juicio. El lunes la Cámara 12° del Crimen de Córdoba comenzó a juzgar a cuatro jóvenes por «homicidio en ocasión de robo», en el mismo, actúa un jurado popular. El principal acusado tiene actualmente 18 años, pero en el momento del hecho delictivo tenía 16.

En la audiencia del lunes, a puertas cerradas, el muchacho, que ya es mayor de edad, admitió todo, confesó el crimen y pidió disculpas ante el jurado popular.
«Sí, fui yo y quiero pedir perdón», afirmó en la sala de audiencias, según confirmaron fuentes judiciales a La Voz.
Por su parte, su abogado defensor Martín Cafure, enfatizó que «realmente está arrepentido. El chico dijo que había dejado de estudiar, cayó en la marihuana y en las malas juntas».
Además, el magistrado añadió: «No pidió disculpas porque sí… Realmente está arrepentido por lo que hizo. Lleva años en el Esperanza, ahí está perdiendo la cabeza…».
Sin embargo, este joven no fue el único que admitió su responsabilidad, otro joven que durante el hecho también tenía 16 años confesó haber sido miembro de la patota. Ambos, que cuentan con un complejo historial con consumos y delitos, permanecen presos en el Complejo Esperanza.
Sumado a ellos, hay otros dos acusados: William Maldonado (24) y Ángel Adolfo Zapana Dutto (26) pero son juzgados por cargos más complejos de «homicidio en ocasión de robo agravado por haber sido cometido con menores de edad». En estos casos, la condena puede llegar a severas penas.
«Todos integran la patota que cometió esa terrible emboscada contra la policía. La mataron para robarle la moto y terminaron llevándole más cosas. El principal acusado tenía 16 años», indicó el fiscal Mariano Antuña, quien destacó que hay numerosas pruebas en contra, como testimonios, comunicaciones y ropas manchadas con sangre.
Tras la confesión espontánea de los dos jóvenes que eran menores, ahora las miradas se centran sobre los otros dos acusados: los adultos. Ambos –Zapana Dutto y Maldonado– ya dijeron que no tienen nada que ver con el crimen.
Mirá también: