
El Ipetaym nº 68 sufrió el robo de animales que pertenecían a la Granja Educativa de la Especialidad de Agro de la misma institución. Así lo alertaron el lunes último los alumnos, cuando se dirigieron a alimentarlos. Hallaron que estaban cambiados los corrales y había un faltante de una cerda y una oveja, ambas destinadas a ser madres.
En diálogo con Canaltres Arroyito, Carlos Goncebat, director del Ipetaym N°68, relató que se dio aviso inmediato a personal policial y se comenzó a investigar si había algún otro animal robado o rotura de alambrados, lo cual no percibieron.

«Al llegar la policía empiezan a investigar y encuentran el cuero de la oveja en el sector este de la escuela, junto con algunas vísceras. Esto nos llevó a asimilar que los animales habían sido faenados en el espacio escolar», relató Goncebat.
Para la institución, se trata de una «situación trágica», ya que al respetar la ordenanza municipal que los obliga a tener sólo animales de práctica, son muy pocos con los que cuentan. Sumado a esto, la oveja y la cerda robadas estaban siendo preparadas para ser madres, con alimento especial y atención veterinaria, «un desafío que había asumido la especialidad agropecuaria de esta escuela, de controlar esos dos animales».

«Lo que mas duele es que eran reproductoras y la gente que los ha matado no ha tomado dimensión de lo que significa para la comunidad educativa esos pocos animales que tenemos», lamentó el director.
Si bien en un principio los únicos notificados fueron policías, para tener un apoyo en torno a lo que se debía hacer desde lo legal; luego buscaron difundirlo: «sensibilizar esto pensando en que nosotros somos una escuela y educamos, y formamos gente, necesitamos manifestar que esto está mal».
«Hemos recibido llamado de muchas instituciones pensando en reponer los animales perdidos. Por eso, si bien es una cuestión negativa, demanda y genera solidaridad de todos los lugares. La institución está custodiada por la sociedad y eso es lo importante», concluyo el director.
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