El homicidio fue cometido el 29 de diciembre cerca de las 5.30 en Gualeguaychú, donde Pastorizzo fue hallado malherido en la calle con un tiro en la espalda y otro en el pecho. Su moto y dos cascos estaban tirados a su lado.
El joven murió poco después y si bien Galarza primero declaró como testigo y dijo que había visto por última vez a su ex novio la noche anterior, luego se fueron sumando pruebas que derivaron en que Nahir terminara presentándose a la Justicia y confesara el crimen.
Sin embargo, el 16 de enero, la acusada pidió ampliar su indagatoria y aportó una nueva versión de los hechos en la que aseguró que los disparos que efectuó contra la víctima fueron «accidentales».
Intentó explicar que en la primera declaración como imputada había mentido porque temió que culpen a su padre policía que era el responsable de la pistola calibre 9 milímetros reglamentaria que se convirtió en el arma homicida.
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