Nahir Galarza, la joven sentenciada a perpetua por el asesinato de su novio, Fernando Pastorizzo, reactivó su cuenta de Facebook y posteó imágenes desde la cárcel a casi dos años de su detención.
La ex estudiante de abogacía de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, publicó cinco fotos y actualizó su imagen de perfil. En una de ellas, en la que aparece con una compañera del penal, escribió: «Creen saber lo que nos pasó porque conocen nuestra condena (social) pero no nuestra historia. Hablar van a hablar igual».
“Mi hermana de otra vidaaaa”, escribió junto a una de las imágenes en las que aparece con una de sus compañeras de pabellón en la Unidad penal 6 de Paraná, donde está recluida desde hace más de un año.
Su amiga en la cárcel es Yanina Lescano, que está imputada por la muerte de su hijastra, Nahiara Luján Cristo, la niña de dos años que falleció como consecuencia de los tremendos malos tratos a los que fue sometida. Cumplía prisión domiciliaria con tobillera, pero por violar la medida y hasta que encuentre otra casa, está alojada en el penal.

Asimismo, en otra publicación, expresó: «Cumpliendo la maldita condena». Un comentario que generó gran rechazo en Facebook:
Con millones de likes en menos de un día, las fotos comenzaron a ser tendencia en Twitter y en otras redes sociales. Los comentarios se entremezclaban entre halagos e insultos, estos últimos a causa del funcionamiento de la Justicia y el orden de la penitenciaría.
Medidas de las autoridades:
El director del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, Marcelo Sánchez, brindó precisiones acerca de la situación: «Se procedió a la requisa en razón de que se detectó a media tarde, a través del centro de monitoreo informático nuestro, la posible infracción o incursión en esta página de Facebook», sostuvo el funcionario.
Sánchez dijo que «al proceder a hacer una requisa en el pabellón donde estaba la interna Galarza, efectivamente se constató que había allí un teléfono«.
«En consecuencia, fue alojada en el sector de aislamiento como sanción disciplinaria«, es decir que actualmente se encuentra en el calabozo como castigo.