«Te voy a poner en penitencia»: la enfermera trejense de la indignación

El hecho sacude e indigna a la localidad de Obispo Trejo, el maltrato fue recibido por parte de una enfermera que presta sus servicios al municipio

«Esta tarde me toco vivir un feo momento al llegar al geriátrico municipal a visitar a mi abuela», así comenzó a relatar Mayra,, un terrible hecho en sus redes.

Su abuela Teresa tiene 86 años y hace unos tres meses reside en el geriátrico que funciona detrás del hospital municipal. La intensión era que ella estuviera cuidada, luego de sufrir un golpe que le ocasionó una fractura de cadera, según relató a Hablando Claro su propia nieta.

«Mi abuela temblaba y se le caían las lágrimas, cuando nos vio llegar se largó a llorar y nos contó», expresó angustiada.

El hecho sacude e indigna a la localidad de Obispo Trejo, el maltrato fue recibido por parte de una enfermera que se excusó diciendo que«la canalización le había causado esas lesiones».

Ante esta situación, la familia quiso hacer la denuncia en la comisaría local y el efectivo les respondió que «este asunto debían arreglarlo las autoridades municipales».

Cuando el relato de los familiares se viralizó, Silbia Mansilla, intendenta electa, se acercó a la familia y no dudó en comunicarse con el Mayor González, a cargo de la Unidad Departamental Río Primero, quien rápidamente intervino.

La enfermera de la indignación

Ella es vecina de Obispo Trejo y presta sus servicios en el Centro de Salud municipal y al mismo tiempo trabaja asistiendo a los abuelos del geriátrico.

La planta de empleados es la misma para los dos servicios que presta el municipio, esta área se encuentra a cargo del director administrativo Cornelio Gudiño.

Gudiño le informó a la madre de la abuela, que a la maltratadora solo podían suspenderla. «No podemos echarla porque nos puede hacer un juicio», habrían sido sus palabras para referirse a la situación de esta empleada.

Según varios testimonios consultados por Hablando Claro, la mujer ya era conocida por sus agresiones a pacientes que llegaban al hospital o al albergue de ancianos. No solo hubo violencia física, sino que la mujer la hostigaba a la pobre abuela con frases como: «te voy a poner en penitencia y no vas a salir a tomar el té con los demás», «Cómo no te quedaste en Córdoba», entre otros dichos que Teresa recuerda asustada.

«Ahora estamos más tranquilos y mi abuela también, lo que esta enfermera no está», concluyó Mayra.

Por su parte Foletto, el intendente actual, no respondió a los teléfonos de nuestro medio para expresar por lo menos, la palabra REPUDIO.