Tras la condena a La Manada, la víctima rompió el silencio: «gracias por no haberme dejado sola»

Los cinco integrantes de La Manada acusados de violación a una joven de 18 años en los festejos de San Fermín en 2016, recibieron 15 años de prisión. La víctima aprovechó a hablar.

Una semana después de que el Tribunal Supremo Español de Justicia condene a cinco hombres, conocidos como «La Manada», a 15 años de prisión por violar a una mujer de 18 años durante los festejos de San Fermín en 2019, la víctima hizo pública una carta.

El caso tomó relevancia a nivel internacional y los autores del crimen se defenderon aclarando que el acto sexual había sido «consentido». Sin embargo, el tribunal consideró que lo ocurrido en aquellos Sanfermines de 2016 fue agresión sexual:

«Fue sometida a 10 actos de agresión sexual en un auténtico escenario intimidatorio», afirma el fallo.

Así, el Tribunal Supremo definió que se trató de un «continuado de violación con las agravantes específicas de trato vejatorio y actuación conjunta de dos o más personas», admitiendo los recursos de la Fiscalía, la víctima y las acusaciones populares que ejercen el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra. 

«La Manada»

La la joven, que recibió tantas críticas como mensajes de apoyo desde que el hecho se hizo de público conocimiento, envió la siguiente carta al programa de la periodista española Ana Rosa Quintana, emitido por Telecinco:

«Buenos días. Tras casi 3 años esto proceso por fin se ha terminado. Ha sido largo, intenso, y sobre todo agotador. Lo peor no fue la situación vivida, sino todo lo que vino después. Pero llegado este momento, puedo asegurar que valió la pena y poco a poco voy recuperando el timón de mi vida.

Gracias a todas las personas que desde el primer momento se involucraron para ayudarme. No puedo haber sido más afortunada con la calidad de las personas que me han ayudado. Desde aquel juez de instrucción que nunca dudó de mí, hasta el abogado que me tocó aquel 7 de julio de 2016, pasando, sin duda alguna, por la fiscal, médicos, policías, psicólogos y la pareja que me encontró. Son momentos en los que nadie sabe cómo actuar, pero vosotros lo hicisteis fácil.

Gracias también a Pamplona y a Navarra, que con todo su empeño han hecho más fácil que alguna vez pueda volver. Gracias de nuevo a aquellas primeras asociaciones y personas por llevar esto a la calle, formando un eco por todos los rincones de España. Gracias por no haberme dejado sola.

Os estaré eternamente agradecida, pero yo no soy ninguna heroína, la fuerza para continuar, muchas veces, me la ha dado todo el calor y el apoyo que he sentido en este camino.

No podemos olvidarnos que la lucha debe seguir y debemos ser el cambio que queremos en la sociedad, ya que esto le ha supuesto la vida a muchas compañeras. Recordad, contadlo, no les dejéis ganar a ellos».

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