
Una historia que conmueve. Hace un año se pudieron conocer en el Hospital de Niños, en Córdoba. Ella, con el cuerpo y la ropa de Minnie, había llegado a entregar juguetes cuando se encontró con una guerrera.
Ahí estaba Vicky, de 6 añitos, pasando por quimioterapias y luchando a capa y espada contra un tumor en su mandíbula, que descubrieron gracias a una ficha médica. «La conocí y no pude despegarme más, sentí una conexión muy especial», comenta Sandra Pignato y explica que en realidad, la vio por las redes cuando Paulo Dybala visitó a los chicos. «Había una nena que cantaba, estaba en quimio y cantaba decía que ella era una guerrera que le iba a ganar al cáncer. Cuando fui al hospital pregunté si estaba».
Sandra después de ese encuentro, quedó en contacto con la mamá de Vicky y se iban comunicando para saber cómo evolucionaba la nena. Todo iba… no se puede decir bien, pero iba. Hasta que los médicos pronunciaron lo que nadie nunca quisiera escuchar. ‘Ya no hay mucho para hacer, es un tumor muy agresivo’.
Pasaron unos meses, cuando Vicky reafirmó su deseo de vivir y dio la batalla más pesada contra los villanos que se escondieron en su cuerpito. Esta pelea no iba a ser en Córdoba, la llevarían a Buenos Aires, allí la operarían. Sin embargo, algunos de estos malditos villanos pasarían desapercibidos, sin darse por vencidos.
La pelea tenía fecha justo unos días antes de su cumple. En principio, solo tomaría unas 4 horas, y al final duró casi 15. Ahí estaba Vicky con una colorida capa de unicornios blancos, con brillos y colores, con sus sueños, y con la ilusión de que la vida la estaba esperando. También la esperaba su mamá para cargarla en brazos y para decirle cuanto la ama. Yani, que también luchaba y que a pesar de los golpes tenía que estar ahí sonriente para su hija.
Cuando salió, SALIÓ, y los aliados de Vicky que llevaban trajes verdes y barbijos, dijeron haber capturado a todos, sí, a todos los villanos. No quedó ninguno. Vicky venció al cáncer y todas las promesas que le habían hecho se cumplieron. Una de ellas, el festejo de su cumple número 7.
Sandra, la dueña del Salón Piñata, rápidamente levantó el teléfono y vecinos y amigos de Monte Cristo donaron todo lo que un niño quiere tener en su fiesta. Para Victoria una temática de unicornios, claro.
«Tuvimos que esperar porque cuando cumplió años estaba muy sensible no podía salir», aclara Sandra que afirma haber vivido un cumpleaños único, lleno de emociones. «Me miraba y me decía: gracias. Y estábamos todos al borde del llanto».

Victoria Milagros, segundo nombre agregado por Sandra, vive en Villa Allende y viajó hasta Monte Cristo sin saber que iba a su festejo. Era una sorpresa. «Cuando llegó, le pusimos el cumpleaños bien fuerte. Le festejamos la vida».
Esta guerrera necesita ayuda porque viaja una vez por mes a Buenos Aires, para juntar fondos hacen bingos y rifas. Se puede colaborar con premios y/o dinero. Además, necesita una heladera con freezer porque la que tiene actualmente no le conserva la medicación. Para sumar tu granito de arena comunicate por nuestras redes o las de Salón Piñata .
Sandra agradece infinitamente a su marido y a sus hijos, y a quienes hicieron donaciones para este festejo
- Mónica Guzmán, por las sopresitas
- Gisela Dal Molín, por las gaseosas
- Cele Isuani, por la torta de unicornios
- Evangelina Córdoba de ControlP , por los banners y stickers
- Mónica Alvarez, de Cotillón Veo Veo por los snaks
- Deo Cotillón Fantasía, por los globos personalizados
- Juan y Camila, Mickey y Minnie
La familia de Sandra con Vicky Vicky y su mamá